Los nabos, humildes y terrunos, están en su punto y no sólo podemos disfrutar de ellos en cremas riquísimas. También podemos rallarlos para amenizar alguna ensalada o plato de verduras, o cocinarlos salteados, como veréis en esta receta.
Propiedades de los nabos
Algunos beneficios importantes de esta raíz son su riqueza en agua y fibra, su reducido aporte energético y su poder remineralizante. Nos ayuda a eliminar líquidos y grasas gracias a su efecto diurético y depurativo, y a corregir el estreñimiento.
Además, los nabos son ricos en glucosinatos, unas sustancias de sabor amargo y picante con efecto antioxidante que fortalecen nuestros huesos y regeneran el colágeno de nuestro organismo. También contiene minerales como el selenio, calcio, potasio, yodo y fósforo; y vitamina A, B (B1, B2, B3 y B6), C y E. Por todo ello, tiene propiedades alcalinizantes, ayuda a eliminar sustancias tóxicas de la sangre y se dice que ayuda a combatir el cáncer.
El nabo está recomendado en casos de sobrepeso, gota (por su cualidad de eliminar ácido úrico a través de la orina), trastornos genitourinarios, reumatismo o hipertensión arterial.
Se aconseja su consumo moderado en caso de cálculos renales, y hay que tener en cuenta que a algunas personas les generan gases.
En esta receta también aparece otro aliado de tu salud: el jengibre que tiene propiedades analgésicas, antisépticas y estimulantes. Ayuda, entre otras cosas, a potenciar al sistema inmunitario, a prevenir las náuseas y a disminuir el colesterol de la sangre. Además, al elevar la temperatura corporal provoca que se acelere el metabolismo y que nuestro cuerpo pueda quemar más rápidamente las grasas.
Por su parte, el sésamo es rico en aceites y ácidos grasos esenciales, fibra, proteínas, antioxidantes, lecitina, calcio y vitaminas E y B. Ayuda a combatir la osteoporosis, la anemia, la retención de líquidos, el insomnio y la ansiedad. Estas semillas mejoran el sistema inmunitario, el cardiovascular y, además, las enfermedades degenerativas e inflamatorias.
Ingredientes de los nabos salteados con jengibre y sésamo:
- 3 nabos
- 1 cebolla tierna
- 1/2 cucharada de jengibre fresco rallado (para el salteado)
- Un manojo de cilantro fresco
- Aceite de coco
- Hojas de rúcula y canónigos
- Pipas de girasol tostadas
- 1/2 aguacate
- 1/2 diente de ajo
- 1 cucharada de tamari
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sésamo
- 1 cucharada de zumo de limón
Elaboración:
- En primer lugar, ponemos al fuego una sartén con una cucharada de aceite de coco. Echamos el jengibre rallado y la cebolla picada. Salteamos a fuego suave durante unos 4 minutos.
- A continuación, añadimos los nabos cortados a rodajas. Salteamos durante unos 8 minutos con la sartén tapada y teniendo la precaución de remover y dar la vuelta de vez en cuando. Retiramos del fuego cuando los nabos estén tiernos.
- Servimos con un poco de cilantro fresco picado espolvoreado por encima.
- Podemos acompañarlo de una ensalada de hojas de rúcula y canónigos, con aguacate cortado a cuadratitos, las pipas de girasol tostadas y las semillas de sésamo. Para el aliño utilizaremos una mezcla a base de medio diente de ajo, una cucharada de aceite de oliva, una cucharada de zumo de limón y otra cucharada de tamari.
Nabos salteados con jengibre y sésamo
¡Qué aproveche!
Mentxu da Vinci
Naturópata, Coach para Adelgazar, Especialista en PNL – Te ayudo a crear hábitos saludables a tu Vida