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- Has generado un hábito y te has acostumbrado a acabar tus comidas con un postre. Y no es ni malo ni bueno, depende un poco de como son el resto de tus comidas, y en qué consista ese postre.
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- Evitas implacablemente el dulce para no engordar.
- Si además cuando empiezas a comer esa porción de dulce luego ya no puedes parar estaríamos hablando de hambre emocional, de alimentar a tu cuerpo a base de dulce cuando lo que realmente necesitas no es comida. Cuando lo que realmente necesitas muchas veces ni sabes lo que es porque no te paras un momento a escucharte, a escuchar ese deseo vehemente e intenso que te lanza tu alma ¿Y si no sabes lo que necesitas como vas a poder cerrar el círculo?
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Cómo evitar el ansia por lo dulce sin sensación de restricción
«No hay nada más irresistible que una prohibición por transgredir» Oscar Wilde
Come dulce de manera saludable para equilibrarte
- Distensión abdominal después de comer
- Fatiga
- Debilidad muscular
- Manos y pies frios
- Retención de líquidos
Si hay esta disfunción (hay que consultar un buen acupuntor o especialista en MTC para conseguir un diagnóstico acertado) es importante consumir sopas y cremas de verduras. Alimentos dulces, tibios y ligeramente picantes como cebolla, canela, ajo, hinojo, jengibre seco, puerro. Es recomendable también evitar crudos como ensaladas y comer en exceso.
Come dulce con todos tus sentidos, come dulce CON CONSCIENCIA
Otra manera es consolidar el hábito de comer con consciencia al estilo mindful eating para notar aún más los sabores, los olores, las diversas texturas. Comer con consciencia también ayuda a comer más despacio y sin excedernos, a apreciar más la comida, a sentirnos más satisfechos y a asimilar mejor los alimentos.
Y otro maravilloso efecto de comer con consciencia es que cuando aprendes a desconectar el piloto automático, accedes a tu momento de poder, al momento presente y allí tu decides que es lo que realmente quieres. ¿CREES que realmente esa comida es lo que necesitas en ese momento?¿Cómo crees que te sentirás de aquí a media hora? ¿Te pasa que comes algo dulce y luego sigues picoteando?
Responder estas preguntas te ayuda a tomar consciencia y a romper patrones de conducta que te mantienen esclavizad@. Tu libertad está más cerca de tí de lo que imaginas. Ya somos libres, sólo tenemos que recordarlo.
Cuando tomo consciencia de mis patrones de conducta, cuando los cuestiono, la sensación de restricción desaparece. De golpe decido de manera espontánea que no quiero sobrecargar mi cuerpo con comida o alcohol que me intoxica. Soy libre.