¿Comer nos hace sentir bien?¿Pero luego que?
Comer es algo que nos hace sentir bien. El problema es cuando nos «habituamos» a comer para cambiar nuestro estado de ánimo y sentirnos mejor: nos notamos decaídos, cansados, estresados, ansiosos, tristes, burlados, frustrados, iracundos, deprimidos,… y reaccionamos comiendo, a veces de manera compulsiva.
El problema radica en que normalmente a parte de no afrontar la situación que nos produce malestar, comer de más nos hace sentir empacho, sobrecarga del cuerpo, culpa, y sobrepeso. Y esta nueva sensación de malestar puede iniciar otra rueda que nos incite a comer para sentirnos mejor.
Comer de manera compulsiva para calmar la ansiedad
Cuando nos sentimos estresados o ansiosos nuestros niveles de cortisol aumentan. El cortisol desequilibra los niveles de glucosa en sangre, lo que genera ansía por ciertos alimentos, y en las mujeres los antojos tienden a ser más fuerte para los hidratos de carbono refinados y/o azucarados.
Sí caemos en la trampa del azúcar o hidratos de carbono refinados, nuestros niveles de glucosa en sangre volverán a alterarse, generándonos altibajos en nuestro sistema energético (subidón-bajón), y en nuestro sistema emocional (euforia-depresión o cansancio). Y cuando nos asalte el bajón tendremos una tendencia a comer compulsivamente.
El cortisol y la acumulación de grasa abdominal
Algunas investigaciones han encontrado que las células de grasa del vientre, que se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes, tienen cuatro veces más receptores de cortisol que las células grasas normales. Esto explica el porqué cuando padecemos ansiedad o estrés crónico, la tendencia es acumular más grasa en la zona abdominal.
Vaya panorama…padecemos ansiedad, esto hace que secretemos cortisol, que fomenta la acumulación de grasas sobretodo a nivel abdominal; y tener en cuenta también que la ansiedad hace que suframos altibajos a nivel energético-emocional que a veces nos hacen sentir con más energía, y luego agotados, y es al sentirnos agotados y decaídos, cuando nos asaltará el hambre compulsiva.
Gracias por leerme. Este blog se nutre de vuestras opiniones y comentarios, y siempre se agradecen y son de ayuda para todos.
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Fuentes:
Andrews, R.C., O. Herlihy, D.E.W. Livingstone, et al. Abnormal cortisol metabolism and tissue sensitivity to cortisol in patients with glucose intolerance. The Journal of Clinical Endocrinology 87(12): 5587-5593, 2002.
Rosmond, R., M.F. Dallman, & P. Bjorntorp. Stress-related cortisol secretion in men: relationships with abdominal obesity and endocrine, metabolic, and hemodynamic abnormalities. Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism
83: 1853-1859, 1998.
Jones, T.L. Definition of stress. In J.J. Robert-McComb (Ed.), Eating Disorders in Women and Children: Prevention, Stress Management, and Treatment (pp. 89- 100). Boca Raton, FL: CRS Press, 2001.
3 respuestas
Bon article. Gràcies.
Hola, yo padezco desde hace muchos ańos el sindrome por atracon y llevo dos años tratandome con terapias semanales con psicologa y nutricionista sin kbtener casi ningun resultado.
Hola Eli,
Cuando trato problemas de este tipo, primero nos centramos en solucionar el «síndrome del atracón», y luego en el de adelgazar. Normalmente en un máximo de cinco sesiones tendrías que ver resultados claros, de lo que sería el fin de tu síndrome. Puedes enviarme un mail a mentxudavinci@gmail.com con tu teléfono, horario de contacto y de donde eres, y te llamo sin compromiso.
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