Comer puede convertirse en una práctica meditativa perfecta. Eso sí, si lo hacemos de una manera plenamente consciente o lo que es lo mismo aplicando Mindfulness.
Somos lo que comemos y como lo comemos
Si compartes conmigo la premisa de que SOMOS LO QUE COMEMOS. ¿Qué está diciendo de ti tu manera de comer? ¿Cómo comes? ¿Y qué comes? ¿Sabes de dónde vienen los alimentos que están a punto de entrar en tu cuerpo? ¿Sabes cómo te van a afectar? ¿Para qué comes?
Para responder estas preguntas pueden ser muy útiles las prácticas meditativas de Mindfulness.
No hace falta que te vayas a un templo ni a ningún lugar especial.
Puedes empezar hoy mismo desde la comodidad de tu hogar.
Como practicar Mindfulness para comer con consciencia
Hay muchas maneras de aplicar Mindfulness al acto de comer y puedes empezar ya desde la elaboración de los alimentos.
Puedes estar plenamente consciente mientras preparas lo necesario para tu comida. Mientras lavas los vegetales de tu ensalada, o mientras troceas los ingredientes que vas a cocinar. Puedes convertir el acto de cocinar en un ritual destinado a honrar al templo que es tu cuerpo.
Concéntrate en lo que estás haciendo. Puedes aprovechar para practicar la gratitud por lo afortunado que eres al poder comer placentera y conscientemente en el día de hoy.
Pon atención también cuando prepares la mesa. Prepara con amor los recipientes que contendrán tu comida. Todo es importante y forma parte del ritual.
Una vez servida la comida, permanece en silencio. Apaga la televisión y todo aquello que pueda distraerte del acto de comer. Respira. Aparta de tu mente todo lo que no vaya a potenciar los efectos benéficos que esos alimentos tendrás en tu cuerpo. Respira. Usa la respiración como un ancla que te lleva al momento presente.
Si vas a compartir tu mesa con otros comensales, míralos durante unos instantes e intenta conectar con ellos. Y si puedes (no es tan fácil como parece) ofréceles una sonrisa sincera de amistad y comprensión. Esto es importante, sobre todo, si habéis decidido comer en silencio. Si no es así, procura que la conversación no se centre en nada que pueda perjudicar el efecto que deseas que ese alimento tenga en tu cuerpo. Si ves que alguien se distrae y habla de temas que no son convenientes en ese momento, puedes traerlo de nuevo al momento presente, diciendo algo como: ¿No te parece que este plato está delicioso?
Intenta mirar tu alimento de un modo que permita que la comida se torne más real. El alimento revela tu conexión con la Tierra. Cada bocado contiene la vida entera del Sol y la Tierra. Es un regalo del cielo y la tierra y de las personas que lo han preparado.
“Que la medicina sea tu alimento y tu alimento la medicina” Hipócrates
Hemos de ser merecedores del alimento que vamos a comer. Y para ser merecedores debemos comerlo atentamente. Nada debe distraernos del acto de comer. Así como el alimento está presente para nosotros, nosotros debemos estar presentes para él.
Mindfulness para aprender a gestionar la ansiedad y reducir la compulsión por la comida
Esta atención plena te ayudará a ser consciente de tus tendencias negativas a la hora de comer y a no dejarte llevar por ellas. Tienes que aprender a comer con moderación, es decir, a comer la cantidad adecuada. Si no comes de una manera plenamente consciente, seguramente, muchas veces comerás de más, debido a la ansiedad o a hábitos compulsivos.
Por supuesto, toda esta atención se verá potenciada si has elegido para comer alimentos sanos que cuiden y nutran tu cuerpo. Hay alimentos que intoxican nuestro cuerpo y nuestra consciencia. Practicar Mindfulness hará que vayan desapareciendo de nuestra dieta.
Cuando practicas mindfulness aumenta tu bienestar, y si estas bien ¿para que comer de manera desordenada o compulsivamente?
Cuando hayas terminado de comer, tómate unos instantes para contemplar tu plato vacío, para sentirte saciado. Puedes aprovechar para darle sentido a esa comida. El alimento espiritual también es importante en nuestra vida. Y la comida debería servir para propiciar eso. ¿En qué vas a emplear la energía que te han proporcionado esos alimentos?
Como ves, comer es un acto más importante de lo que solemos creer. De cómo comas y de lo que comas va a depender en gran medida tu calidad de vida.
¿No crees que vale la pena utilizar esta útil herramienta para disfrutar con salud de cada una de tus comidas?
Soy consciente de que el ritmo de vida actual no favorece este modo de alimentarnos, pero creo que merece la pena hacer el esfuerzo.
Intoxicar nuestro cuerpo con alimentos inadecuados no favorece más que a las grandes industrias que viven de nuestra mala salud.
Ya desde la antigüedad Hipócrates nos decía: “Que la medicina sea tu alimento y tu alimento la medicina” y que: “Tus fuerzas naturales, las que están dentro de ti, serán las que curarán tus enfermedades”, pero: ¿Qué fuerzas naturales vas a tener si tu cuerpo está completamente intoxicado por alimentos que no puede procesar y que no le son útiles a la hora de mantenerte sano?
Así que, por favor, tómate unos instantes en considerar lo aquí escrito.
Empieza a tener claras cuáles deberían ser tus prioridades.
Sin duda una de las más importantes es gozar de una buena salud.
Gracias por leerme,
Mentxu da Vinci
Texto inspirado en el libro: FELICIDAD-Prácticas esenciales de Mindfulness de Thich Nhat Hanh