Muchas de mis clientas me comentan que tienen pensamientos obsesivos en relación a la comida, a su cuerpo, al dinero, a personas, a sus capacidades, y otras lindezas que no pueden sacarse de la cabeza.
Te recomiendo que para gestionar este tipo de pensamientos realices esta meditación de Marc Ribé que puedes encontrar en su web: Espai Obert. Marc dirige retiros de meditación en la naturaleza, uno de los cuales yo tuve la fortuna de disfrutar el pasado agosto. Un tiempo de reconexión conmigo y de descanso.
Meditación para Gestionar el Pensamiento Obsesivo
Muchas veces por nuestra mente circulan pensamientos redundantes, circulares, obsesivos, y excesivos. Muchas veces, tratando de evitarlos los hacemos más fuertes, cómo dijo Carl Jung, “aquello a lo que te resistes, persiste.”
“Aquello a lo que te resistes, persiste.” Carl Jung
Para afrontar este estado podemos utilizar esta meditación para gestionar el pensamiento obsesivo:
Primero paso: Dirige tu atención a los canales auditivos como si fueras a escuchar algún sonido externo pero hazlo hacia adentro para escuchar los sonidos que surgen de tu diálogo interior. Si tu atención se distrae y se desplaza hacia otro sitio, redirígela a tus oídos, a ese lugar dónde puedes escuchar tu parloteo interior.
Segundo paso: Cada vez que tomes consciencia de que estás pensando con palabras, repite mentalmente la frase o palabras de las que te has dado cuenta. Puedes repetirla una vez o varias según tu decidas. Consiste en generar un eco del proceso espontáneo del pensamiento. Puedes repetir estos pensamientos en un tono de voz interior impersonal. Este tipo de repetición ha de tener estas características:
- Haz una pequeña pausa después de cada sílaba, es decir, deja un pequeño espacio de silencio que puedas “escuchar” entre cada sílaba.
- Cuando estés realizando la repetición mental del pensamiento no pongas tu atención en el significado de la palabra sino en el sonido de la misma.
- Lleva a cabo las repeticiones como si se tratara de un mantra en el que los sonidos producen algo así como un placentero masaje en el espacio interior de consciencia.
- El ritmo de las repeticiones debe ser calmoso, pausado, y solemne.
- Si se te olvida lo que acabas de escuchar de tu diálogo interior, o pierdes partes del mimo mientras estás repitiéndolo, está bien, déjalo pasar, vuelve a tomar consciencia de lo que te estás diciendo y repítelo siguiendo las características descritas.
Practica esta meditación el tiempo que consideres oportuno. Puede ser que durante y tras la prácticas te des cuenta de que hay más silencio, de que el ritmo con el que surgen los pensamientos se va haciendo más lento, y que los puedes observar con mayor facilidad.
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