Los trastornos de la alimentación como la bulimia, la anorexia nerviosa y el comer compulsivamente afectan al 11-16% de las mujeres. Estos desordenes se caracterizan por maltratar al cuerpo a base de ayunos, atracones y purgas, y entre sus causas variadas se haya la baja autoestima, la ansiedad, el estrés, la depresión, y la presión social y de los medios.
La epidemia de la obesidad afecta a un 30 % de la población, este resultado nos alerta de la manera malsana con que nos relacionamos con la comida y con nuestro cuerpo. Los estudios sugieren que la práctica del mindfulness puede ser beneficiosa.
La práctica del mindfulness reduce el ansia por comer, te centra y te serena
En un programa realizado en el Reino Unido por Steven Hayes, Kirk Stroshal y Kelly Wilson distinguieron dos grupos con los que trabajaron durante seis meses. El grupo que incluyó un programa de mindfulness adaptado a los trastornos alimenticios relacionados con el sobrepeso perdió más peso que el otro grupo. Pero no sólo eso, también redujeron el comer compulsivamente y aumentaron la práctica de ejercicio físico.
En otro estudio, los investigadores Jean Kristeller y C. Brendan Hallet de la Universidad de Indiana desarrollaron un programa de mindfulness dirigido a mujeres obesas que comían compulsivamente. Como resultado los episodios de ingesta compulsiva se fueron reduciendo, así como su gravedad.
En mi práctica diaria en las sesiones de facilitación que realizo con mujeres, he observado que el mindfulness es una herramienta clave para afrontar situaciones desagradables y disminuir el hambre compulsiva. Te ayuda a serenarte y a centrarte, y reduce la ansiedad patológica.
En otra amplia gama de estudios queda reflejado que la práctica del mindfulness ayuda a reducir el consumo de sustancias perjudiciales como el alcohol, el tabaco y otras drogas como la marihuana y la cocaína.
¿Como nos ayuda el mindfulness en los trastornos alimenticios y el sobrepeso?
La aceptación es una de las bases del mindfulness, aceptar nuestras emociones, nuestros pensamientos, y nuestro cuerpo en vez de criticarnos. Cuánto más nos aceptamos, cuanto más nos permitimos sentir lo que en ese momento estamos experimentando, más amablemente nos hablamos y nos cuidamos.
Otra característica de esta práctica es que nos ayuda a aumentar nuestra consciencia sobre los patrones de conducta que hemos desarrollado que nos llevan a comer de más, que nos llevan a fumar, o a abusar de otras substancias dañinas. Esta toma de conciencia ayuda a romper dichos patrones de conducta.
Muchas personas tratan de acallar sus ansías: quiero comer chocolate, quiero fumar ahora,… se fuerzan a ello, se prohíben realizar esas actitudes, y paradójicamente eso las lleva a arraigar más este tipo de conducta. La prohibición de este tipo de pensamientos no es la solución, el mindfulness, te ayuda a tomar conciencia de ellos, a darte cuenta que tu no eres tus pensamientos, y de que sí eres la que decide con que amueblar tu cerebro. Y de paso empiezas a usar ese 95% del cerebro que dicen los científicos que no utilizamos. En este enlace encontrarás más beneficios de practicar del mindfulness.
Gracias por leerme,
Mentxu da Vinci
Naturópata, Coach Nutricional y Emocional, Especialista en PNL y Mindfulness, tratamiento de los trastornos alimentarios relacionados con el sobrepeso.
Te ayudo a crear hábitos saludables en tu Vida
Fuentes:
Acceptance and Commitment TherapySecond Edition
The Process and Practice of Mindful Change – Hayes, Kirk D. Strosahl, and Kelly G. Wilson
An Exploratory Study of a Meditation-based Intervention for Binge Eating DisorderJ Health Psychol May 1999