Afortunadamente cometí muchos errores en mi camino hacia lo que yo llamo cariñosamente la Armonía Corporal. Cada equivocación, cada fallo, cada caída me enseñaba con claridad donde no debía ir, y me daba más pistas sobre lo que me funcionaba y me hacia sentir bien.
1. No tener en cuenta a mi parte emocional
Muchas veces comía demasiado y no sabía porque lo hacia. No comía por hambre física. Tenía hambre emocional.
En mi proceso, y en el de mis clientas me dí cuenta de que algunas de nosotras comemos para satisfacer un hambre emocional, pero un hambre emocional que aliviamos con comida sólo se anestesia pero no se sacia, y por eso resurge una y otra vez.
La manera de saciar ese hambre emocional, pasa por satisfacer la necesidad emocional que provoca esas sensación. ¿Quizás te sientes sola?¿desprotegida?¿impotente?¿cansada?¿enfadada,?… Son estás las necesidades emocionales que hay que escuchar y atender, de esta manera he aprendido tanto en mi práctica personal como profesional que el escucharnos y tomar consciencia de que necesidad emocional tenemos es el primer paso para satisfacer ese hambre emocional.
2. No amarme lo suficiente
Cuando comía mal o demasiado, luego me sentía culpable, e intentaba sentirme mejor comiendo. Era una rueda que sólo me llevaba al sufrimiento.
Potenciar mi autoestima, cuidarme y respetarme fueron otros de los ingredientes que me funcionaron no sólo para adelgazar, sino para mejorar la calidad de mi Vida.
Lo cierto es cuanto más me demostraba a mi misma que me tenía en cuenta, que me respetaba y que me amaba, tan más fácil era cuidarme, comer bien y hacer ejercicio de manera divertida.
3. Buscar soluciones rápidas
Sí me sigues en este blog, ya sabes que opino de las dietas temporales: sólo te dan resultados temporales, y eso sí las sigues. Seguir dietas estrictas durante una cierta temporada me llevó a aumentar la ansiedad por la comida, y a alterar mi metabolismo de tal manera, que cuando dejaba la dieta, comer normal me engordaba. Dieta tras dieta, chasco tras chasco, lo que me salvó fue realizar cambios con consistencia en mi Vida que pasaban por seguir una alimentación saludable y abundante, hacer ejercicio, abundante y cuidarme más disfrutando del proceso.
El coaching para adelgazar que yo práctico se basa en acompañarte de manera terapeútica para potenciar el desarrollo de los recursos que necesitas para que alcances tu objetivo, realizando cambios en profundidad y mejorando la calidad de tu Vida.
4. Eludir el compromiso
- No tengo tiempo para hacer ejercicio
- Estoy cansada, no tengo ganas
- Comer fuera de casa engorda
- Por comerme unas patatas fritas no pasa nada
- No puedo evitarlo
- No vale la pena
¿Te suenan? Son excusas, son algunas de las excusas que yo utilizaba para no hacer ejercicio o comer sano o no cuidarme.
En mi época de sobrepeso, Tuve que comprometerme conmigo misma. Me dí cuenta de que el compromiso era la única manera de obtener resultados duraderos. Si no nos comprometemos en seguir un proceso, en seguir unas pautas durante cierto tiempo ¿cómo vamos a saber sí nos funciona?¿sí es efectivo para nosotras?
Para obtener los resultados que deseas tienes que hacer de tu proceso una prioridad, tiene que ser una prioridad cuidarte, hacer ejercicio, incluir la relajación o la meditación para serenarte y entrar en la tan deseada paz mental.
5.Pensar que un producto milagroso me va a solucionar el problema
Sí eres de las que piensan que un príncipe azul vendrá montado en su brioso corcel para salvarte de tus problemas, creo que también pertenecerás al grupo de los que creen que un producto milagroso va a hacer derretir tu grasa cómo un pedazo de mantequilla bajo el Sol. Una amiga mía se hizo una liposucción y entre el proceso inflamatorio, y los malestares, cuando en teoría podía lucir tipazo, ya volvían a asomar los michelines que se había extirpado. A Sara, una clienta mía, su médico le recetó hace unos años un tipo de anfetaminas que le hicieron perder el hambre, perdió peso, que recuperó al poco tiempo, con propina, con el metabolismo superalterado, y con otra gran desilusión encima. Cremas adelgazantes, batidos, barritas, pastillas, suplementos, e incluso operaciones. Frustración y más frustración. Pero hay que ir con cuidado con ellos por que además de frustrarte pueden ser perjudiciales para la salud.
La publicidad juega con nuestras emociones, con nustras ilusiones, con nuestros deseos íntimos para que caigamos en la trampa y compremos productos que «supuestamente» nos hacen adelgazar. Nos hacen creer que nos falta algo para sentirnos bellas, especiales, atractivas, sexys,… Y no nos hace falta nada fuera de nosotras. Podemos sentirnos bellas, especiales, atractivas y sexys ahora mismo. En cuanto te das cuenta que la belleza es una actitud interna.
Mi consejo: deja de mirar revistas, anuncios y personas que te dicen cómo ser, y Sé tu misma. Protégete, cuídate y ámate.
6.No saber orquestar mis pensamientos
En mi época con sobrepeso los pensamientos surgían en mi cabeza, sin orden ni concierto.
Gracias sobretodo a poner en práctica herramientas de programación neuro-lingüística (PNL), me di cuenta de que quizás no podía cambiar en un momento una situación determinada, pero sí que podía dirigir mis pensamientos para afrontar la situación de la mejor manera para mí. Aprendo y aprendí a cuidar y dirigir mis pensamientos para lograr lo que realmente quiero, por que como dice Ghandi, ellos se convertirán en mis palabras, mis actos y mis hábitos.
«Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras,
Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.
Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.» Mahatma Ghandi
7. Cualquier plan para adelgazar no basta
«Este viernes tengo un fiesta. Tengo que perder 3 kilos. Haré una dieta rápida para adelgazar. Me paso la semana comiendo queso fresco y tomate. Adelgazo. Otras consecuencias: después de tanta dieta estricta me entra ansía por comer, temo descontrolarme, me siento cansada, y lo peor de los 2 kilos perdidos el viernes, recupero 3 para el lunes.» Después de tanta dieta me hice alérgica a las dietas.
Cuando me di cuenta de que las dietas estrictas no eran buenas para la salud ni física ni emocional. El siguiente paso fue darme cuenta de que lo que realmente funcionaba era realizar un proceso de cambio de hábitos hacia un estilo de vida saludable que incluyera un plan de alimentación atractivo y sano, realizar ejercicio de manera divertida, aprender a gestionar mis emociones y dirigir mis pensamientos para de esta manera SI alcanzar mi objetivo de manera duradera y agradable.
Y hasta aquí mis mayores siete errores que cometí cuando quería adelgazar.
Gracias por leerme,
Mentxu da Vinci
Coach y Naturópata, ayudo a tratar desórdenes alimenticios que provocan sobrepeso, y ansiedad.
Mediante la programación neuro-lingüística (PNL) y el coaching, aprendes estrategias para ser consciente de tus patrones de conducta, “reprogrAMARTE”, y mejorar así la calidad de tu Vida. Cómo especialista yo puedo facilitarte todo el proceso.
Un comentario
Tomé pastillas durante 6 años para adelgazar y ya no me hacen efecto.