Hace tiempo que desdeñé cualquier tipo de alimentación que no fuera placentera, cualquier tipo de ejercicio físico que fuera una tortura para mi cuerpo, y cualquier plan saludable que me impidiera quedar y salir con mis amigos y mi familia.

Paradojas del placer por comer

Focalizarte en realizar tus comidas de manera placentera, imaginarte con quién puedes realizarlas, que ingredientes vas a utilizar,… tiene unos efectos que te van a sorprender.

El primero es que cuando nos ceñimos a realizar nuestras comidas de manera agradable y placentera, el ansía por comer disminuye en picado.

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En segundo lugar, tu decides que quieres comer, imagina que  te dan opción de desayunar unos bollos con embutido y un café con leche, o un zumo natural y unos crepes de trigo sarraceno con crema de algarroba o cacao, o con verduras salteadas y aguacate,… Aquí el punto interesante es que tu decides, tu eliges el combustible de tu cuerpo serrano. Aquí es importante preguntarse: ¿que desayuno que me sea sano y placentero? En el mercado nos ofrecen mucha variedad de productos, luego somos cada uno de nosotros los que tenemos que decidir si lo que ese señor me vende es sano para mí, si me va a sentar bien,…

Cuando tu decides, recuperas tu libertad, y en la mayoría de casos escogemos lo que es más beneficioso para nosotros.

En este paso también es importante ir aprendiendo a distinguir nuestra hambre física del hambre emocional, clicka en el siguiente enlace para saber en que se difencian: Hambre física y hambre emocional.

Aumenta la calidad de lo que permites que entre en tu cuerpo y en tu Vida

Tercer punto: la calidad en nuestras elecciones. Cuando aumentamos la calidad de lo que comemos, el placer se incrementa. Además  cuando comemos calidad, se tiende más  a la degustación de lo que más nos gusta, y como degustación, si nos pasamos en la cantidad, el placer obtenido en la calidad se neutraliza. Por ejemplo, imagina que te invitan a comer a un restaurante con 3 estrellas michelin, seguro que te imaginas degustando, más que comiendo sin consciencia lo que te han puesto delante, Comer se vuelve una experiencia de los sentidos, y si te empachas, empachas tus sentidos.

En cambio investigaciones demuestran que las personas que tienen tendencia a comer descontroladamente eligen comida preparada de baja calidad, y esto afecta sobretodo a niños y adolescentes que para más inri se dejan lavar el cerebro más fácilmente por anuncios de comida rápida, poco o nada nutritiva.

Una vez aplicamos la calidad en lo que comemos (alimentos de nuestra huerta, o comprados en alguna tienda o cooperativa ecológica), podemos ir implementando la calidad en otras áreas de nuestra Vida, para ello puedes preguntarte ¿Qué es lo que realmente quieres?

Me permito el placer saludable

En las sesiones de coaching facilito el proceso que dirige hacia un estilo de vida placentero a la vez que saludable, es una de las claves para obtener resultados duraderos. Las cosas placenteras se incorporan más rápidamente en nuestros hábitos. El quid de la cuestión es preguntarse ¿que escojo?¿lo que me produce placer y tiene consecuencias indeseables como empacho, o engordar, o mala salud? o ¿lo que me produce placer y tiene consecuencias saludables como digestiones felices, un peso equilibrado y energía y vitalidad? Como siempre, en tus manos se halla la respuesta.

«Permite que tu deseo por lo placentero, por lo que aumenta tu bienestar, sea la luz que te guía» Abraham Hicks

Gracias por leerme,

Fuentes:

Libro «La dieta de la paradoja» de Giorgio Nardone»

http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/09/25/AR2007092501041.html