¿Estás buscando un desayuno (o una merienda), nutritivo, sabroso y que no engorde? Sí, sí, existe. Estas tortitas de trigo sarraceno y avena te encantarán. No sólo aportan todas las cualidades de sus magníficos ingredientes sino que además son muy fáciles y rápidas de hacer y muy versátiles. Puedes rellenarlas de ingredientes dulces o salados o comerlas tal cual si les añades alguna especia como el orégano, por ejemplo.  Elijas lo que elijas siempre acertarás. No lo dudes, estas tortitas merecen estar incluidas en tu dieta. Te alimentarás de una manera sana sin dejar de disfrutar comiendo.

La avena tiene gluten, si quieres prepararlas sin gluten, puedes hacerlo comprando especificamente un paquete de avena sin gluten.

Esta receta me la posa una de mis clientas, Lola, cuyos avances están siendo tan espectaculares como su gran Corazón.

Ingredientes de las tortitas de trigo sarraceno y copos de avena con crema de algarrobas

(Para unas 8 tortitas)

• 100 g. de harina integral de trigo sarraceno + harina para espolvorear
• 100 g. de copos de avena extra suaves
• 150 ml. de agua
• 1 cucharadita de levadura
• 1 pizca de sal marina
• Especias al gusto
• Aceite de oliva virgen extra

Elaboración de las tortitas de trigo sarraceno y avena con crema de algarroba:

1. Mezclar la harina, los copos de avena, el agua, la levadura, las especias (si es que las vas a poner) y la sal hasta conseguir una masa lisa. Si ves que la masa te queda un poco seca puedes añadir más agua, pero no mucha, pues la masa debe quedar pastosa pero firme.
2. Dejar reposar durante 20 minutos.
3. Pasado ese tiempo, amasa sobre una superficie enharinada. Ponte también un poco de harina en las manos para que no se te enganchen a la masa. Cuando veas que ya está todo bien amalgamado, forma un rulo y ves cortando pequeñas porciones a las que darás forma de bola. El tamaño lo decides tú. Yo, en esta ocasión, las hice más pequeñas porque no las iba a rellenar con nada, pero en otras ocasiones las hago más grandes para utilizarlas como si fueran masa de Wraps.
4. Después, aplasta las bolitas con los dedos o con un rodillo también enharinado para formar tortitas de no más de 2mm. de espesor.
5. Pon en una sartén antiadherente un poco de aceite (retira el sobrante con un trozo de papel de cocina) y pasa las tortitas hasta que empiecen a dorarse. Para cada tortita se debe poner aceite nuevo.
6. Cuando ya estén doradas a tu gusto, no queda más que rellenarlas o untarlas con lo que más te apetezca y… ¡a disfrutar!
7. En esta ocasión, yo las unté con crema de avellana y algarrobas (de venta en tiendas de dietética) y con mantequilla ecológica y sirope de agave, acompañadas de un delicioso té negro Chai. ¡Un desayuno digno de una Diosa!

   

   

   

Nota: La harina de trigo sarraceno es también perfecta si algún día decides variar un poco la receta y hacer crepes, por ejemplo.

¡Qué aproveche!