– En mi mundo cuando se corre, se cambia de lugar
A lo cual la reina exclama:
– ¡Vuestro país es muy lento! Aquí, como ves, hay que correr lo más rápido posible para permanecer en el mismo lugar.
¿No tienes tiempo para meditar y sabes que lo necesitas? ¡No te preocupes, es la norma!
Las personas en el fondo sabemos bien lo que necesitamos, nuestro cuerpo nos lo repite constantemente, aunque nos empeñemos en no escucharlo. Nos dice lo que nos sienta bien comer y lo que no, nos avisa cuando debemos reducir el ritmo de actividad, nos susurra cuando confiar en alguien o no, etc… ¡Nuestro cuerpo nos habla constantemente! Pero en lugar de escucharnos la mayoría de personas repetimos inconscientemente los mantras de una época acelerada.
Si no puedes ganar a tu enemigo… Únete a él. Por eso hoy os traigo un método de meditación fácilmente incorporable a nuestras ocupadas rutinas diarias y así, a la larga, poder vivir de una manera más sosegada y con más consciencia.