Meditación Tonglen: Compasión para reducir la ansiedad y la angustia

La compasión es una variante en la práctica del Mindfulness que hace que aumentemos nuestros buenos deseos hacia los demás y hacia nosotros mismos cuando sufrimos.

La técnica de la meditación tonglen está basada en el uso de la respiración consciente, tomando conciencia de inhalar el sufrimiento que sentimos, y lo exhalamos en forma de comodidad y bienestar.

La magia de esta meditación reside en que en cada inspiración invertimos nuestra tendencia a resistirnos a la experiencia que consideramos desagradable o inadecuada. Al inspirar de manera consciente el dolor, la resistencia cesa, la aceptación ocurre. Al dejar de luchar por no sentir el sufrimiento, al llevarlo hacia adentro, el sufrimiento «curiosamente» se va diluyendo.

» en cada inspiración invertimos nuestra tendencia a resistirnos a la experiencia que consideramos desagradable»

Esta meditación nos ayuda a aumentar nuestra capacidad para permitir integrar y liberar sentimientos desagradables.

Una de mis mejores amigas tenía dificultades en la relación con su hijo, le recomendé esta meditación y me dijo que había sido muy sosegadora, ya que le ayudaba a permanecer serena y en calma, cuando su hijo, en floreciente adolescencia le pedía cosas a las cuales ella le costaba poner límites. Me explicó que durante unos minutos inhalaba su rabia y su impotencia, y que exhalaba amor hacia su hijo y hacia ella misma. Su amor hacia él la inducía a sentirse fuerte para desde la serenidad establecer los límites y mantenerse firme en su conducta, cosa que fue mejorando la relación entre ambos.

La compasión es tener la intención de que el prójimo y uno mismo nos liberemos del sufrimiento.

Para tener compasión por el prójimo, primero tenemos que tener compasión por nosotros mismos. Una actitud compasiva para afrontar el orgullo, la adicción, la queja, el egoísmo que podemos encontrar en otras personas. Una actitud compasiva que nos ayuda a no huir (o evadirnos mediante substancias), cuando encontramos estas actitudes en nosotros.

De hecho mediante la práctica de la meditación Tonglen, el surf emocional u otras meditaciones compasivas, cambia nuestra manera de percibir el dolor y el sufrimiento. En lugar de rechazarlo y huir de él, le abrimos nuestro Corazón y nos permitimos sentir ese sufrimiento. El Amor envuelve ese sufrimiento y lo transforma. Por ejemplo, cuando nos sentimos deprimidos, o frustrados y alguién nos acoge, nos abraza, eso ya hace posible esa dichosa transformación.

El permitirnos sentir ese sufrimiento de manera consciente nos ayuda a superar el miedo al sufrimiento, nos ayuda a aceptar e integrar esas emociones dolorosas y ahí se abre la puerta también a soltarlas.

Autocompasión no significa compadecerse de uno mismo, significa abrazar esas partes de sombra tanto propias como de las personas que nos rodean y eso requiere Coraje y Humildad. El Coraje para tener el valor de bucear en áreas que nos desagradan, y la Humildad para reconocer que las tenemos.

En el tratamiento de las adicciones, tanto sea de adicción a la comida, como al alcohol, o al móvil, se utiliza desde hace ya algunos años el uso de la compasión hacia uno mismo y el mindfulness con muy buenos resultados, ya que cultivar la autocompasión te ayuda a: