Comer verde cada vez está más de moda y no porque simplemente “se haya puesto de moda”, sino porque sus beneficios están más que probados y son incontables. Ya sean cocinados, en ensalada o crudités, o en zumos y batidos, cada vez más personas estamos consumiendo productos frescos en los que el color verde es predominante y nos cautiva por completo. Espinacas, pepino, calabacín u otras verduras llenan los mercados y de ahí, nuestras cestas, cocinas y platos. Y entre ellas, un producto que está tomando posiciones y parece que llegó para quedarse es la Col Kale.
Estamos muy habituados a la col de siempre, a la que estaba en las cocinas de nuestras madres y abuelas y que de niños no soportábamos, ni su sabor y menos aún su olor pero, que de mayores y de forma consciente, cada vez nos gusta más y la incluimos en nuestras recetas. Pero además de esta col, ahora empiezan a llenar nuestros mercados otras clases de col, y la gran estrella es la Col Kale.
¿Qué es la Col Kale?
La Col Kale también denominada Col Crespa (imaginamos que por su apariencia) es un vegetal incluido dentro del grupo Brassica oleracea, dentro del cual están otras verduras tales como la coliflor, las coles de Bruselas o el brócoli, por ejemplo.
La Col Kale, tiene hojas rizadas de color verdes intenso y su sabor, aunque sabroso, tiene un ligero toque amargo y una textura crujiente y deliciosa, que hace que nuestros platos sean exquisitos. Es de origen asiático, aunque eso no impide que se haya consumido -y mucho- en Europa Central, pero su fama ha aumentado desde que su uso se ha extendido a EEUU (donde ya tiene hasta un día nacional).
Tiene un alto valor nutricional con innumerables beneficios gracias a su elevado contenido en hierro (incluso más que la carne de vacuno) y de calcio (135 mg por cada 10 gr. lo que supone más que la leche de vaca). Además de estos dos grandes nutrientes, cabe destacar su aporte de vitamina C (superior en 10 veces a las espinacas), vitamina A y K. La primera de ellas, la C, ayuda a la absorción de hierro y es ideal para aquellas personas que tienen deficiencia en ferritina, mientras que la vitamina A es imprescindible para la buena salud de nuestra piel y la vista. A todo esto hay que añadir su riqueza en cobre, potasio, socio y magnesio que ayuda a las funciones diuréticas, liberando la retención de líquidos y disminuyendo la hipertensión arterial.
«La col Kale tiene más calcio que la leche de vaca, más hierro que la carne y más vitamina C que las espinacas»
Las plantas crucíferas como el brócoli, la col, los nabos, la col kale, o los berros ayudan a prevenir el cáncer. Cuando las consumimos forman compuestos como el indol-3-carbinol y el sulforafano, que han sido investigados por sus efectos anticancerosos.
¿Qué más nos aporta la Col Kale?
Pero los grandes beneficios de este vegetal no se quedan aquí, sino que suman y siguen. Tiene un escaso valor calórico, lo que nos permite consumirlo sin que nuestros niveles de grasas y colesterol se vean afectados. Además, contiene ácido fólico en grandes cantidades, así como ácidos grasos omega 3 (muy beneficiosos especialmente durante el embarazo). Todo ello hace que muchos la consideren como un “vegetal con superpoderes” y es que, no podemos tampoco olvidar el extra de fibra que aporta cada ración, ayudando también al buen funcionamiento intestinal y nivelando el azúcar en sangre.
¿Cómo prepararla?
Pues realmente, como más te apetezca, si bien es verdad que su toque amargo, haga que tengamos que condimentarlo o aliñarlo en algunas ocasiones, o mezclarlo con otros ingredientes. El aceite de oliva virgen será su mejor compañero para comidas y/o cenas en las que la incluyas, también podrás condimentarlo con cayena y preparar así ricas ensaladas, guisos (muy típicos de antes) o en preparados al horno (que ayuda a que conserve sus propiedades). Otra gran opción y cada vez más de moda es sin duda, los batidos o zumos verdes que realmente son un gran aporte de vitaminas y una de las mejores formas de ingerir todo lo “verde” que necesitamos en nuestro día a día.
Si quieres por ejemplo prepararte un batido verde en el que incluir Col Kale, puedes añadirle espinacas, pepino y apio, añadiendo para tener una base líquida, agua o zumo de limón / piña y queda exquisito (recuerda que puedes elegir entre batido o licuado según tus preferencias, el primero conservará toda la parte de la fruta y la verdura y el segundo eliminará la fibra pero tendrá una consistencia más ligera).
Comerla en ensalada es otra alternativa, más que saludable, fácil de preparar y rica para esta nueva temporada que entra en juego. Un añadido a tus preparados frescos que darán un toque diferente y un gusto un poco más subido de tono pero seguro que riquísimo. Para muestra, puedes probar esta ensalada tibia de col kale y alcachofas.
Otra manera de prepararla es salteada. Para ello, simplemente pon a dorar en una sartén un poco de ajo y cebolla finamente picada, y luego añade la col kale, saltea durante 3 o 4 minutos, para mantener mejor todos sus beneficios, y ¡al plato!
Sea como sea la forma en la que elijas prepararlo es una gran opción para incluir en nuestra alimentación consciente y saludable. Ya conoces todos sus beneficios, por lo que te recomiendo empezar a contar con la Col Kale siempre que puedas.
