Respetando mi Cuerpo
Se que esto es una carrera de fondo, que son muchos años de comer de manera impulsiva y emocional, pero ahora he comprobado que hay otra forma de comer respetándome y respetando mi cuerpo, y si vuelvo a tener algún bajón, pediré ayuda, porque mi elección es cuidarme y liberarme.
Testimonio de Ana Lidia
Si bien no he sufrido de sobrepeso, en los últimos tiempos había aumentado unos cuantos kilos ya que los problemas que me rodeaban los mitigaba comiendo mal, y lo que es peor siendo consciente que le estaba haciendo daño a mi cuerpo.
He logrado encaminarme y lograr poco a poco el equilibrio necesario para quererme y no maltratarme.
Ahora me siento bien y muy contenta porque voy incorporando hábitos saludables sin esfuerzo. Me preocupo de tener en casa alimentos de calidad y también busco seguir ese ritmo si debo comer fuera de casa.
No es posible que la rueda camine si el motor funciona mal.
Testimonio de Valeria en su participación en las sesiones grupales online
Pero nunca a nadie, hasta ahora, se le había ocurrido atacar el mecanismo que activa mi hambre como solución a todas las situaciones desagradables: enfermedad, tristeza, aburrimiento, cansancio, estrés, frustración… Gracias a Mentxu descubrí que la comida era para mi la panacea que cura todos los malestares (o al menos en apariencia). Gracias a sus consejos y deberes me di cuenta de cuando y cómo cubría el sufrimiento con comida, y como afrontarlo sin ella.
El proceso de Maite en las sesiones de coaching grupales
Desde que empecé el taller de grupo online he perdido casi 7 kilos de peso y muchísimos más de ansiedad y angustia. Recuperar y redescubrir la serenidad necesaria para discernir y hacerme consciente de lo que como, como lo como y porque lo como, ha sido para mí el tesoro más importante y preciado de este taller
Sesiones grupales: La experiencia de Ruth
«Das alternativas que van muy bien y que luego utilizo, así como oír las experiencias de las compañeras con las que a veces me identifico mucho… esta semana estoy un poco baja, pero la videoconferencia me ha ayudado a levantar el ánimo. Estas sesiones me han ayudado mucho a ser consciente de mi «hambre emocional» y a utilizar el mindfulness»
